Tener un problema del estado de ánimo, es más frecuente de lo que imaginamos, y se convierte en el primer motivo de consulta para comenzar una terapia psicológica.
Sentirse triste, desanimado, apático, desmotivado, nervioso… son muchos de los estados que acostumbramos a ver en Cardinal Psicología, y siendo necesario el tratamiento psicológico, y el farmacológico (en algunos casos), es de vital importancia modificar alguna de las conductas cotidianas, que pueden reforzar, sin darnos cuenta, esos estados afectivos tan desagradables para la persona que los padece.
Vamos a repasar algunas de las claves a tener en cuenta para encontrarse mejor:
1. Hacer ejercicio. Mover el cuerpo y hacer deporte, además de tener muchos beneficios para la salud, mejora el estado de ánimo, y hará que te sientas mejor.
2. Relacionarse/Sociabilizar. Llamadas pendientes, un café con una amiga… ayudará a que te sientas mejor, y disminuiremos el aislamiento social, que normalmente va a acompañado de un trastorno del estado de ánimo.
3. Dormir 8 horas. Dormir es fundamental para reparar el cansancio, pero no se debe dormir ni más ni menos de lo recomendado.
4. Practicar Hobbies. Intenta hacer las actividades que más te gustan, y las que te vayas sintiendo preparado para realizar.
5. Hacer actividades distractoras. Escuchar música, leer, ver cine… puede ayudarte a pensar en otras cosas que te hagan sentir mejor.
6. Evitar pensar y hablar desde la queja. Evita estar todo el día hablando de lo mal que te encuentras, ponte un máximo de quejas al día, y verás como no hablar constantemente de lo que te pasa, te permitirá verte desde otra perspectiva más positiva.
7. Desarrollar la inteligencia emocional es una buena forma de hacerte sentir mejor contigo mismo y con los demás.
8. Aprender a relajarse. Practica yoga, y/o técnicas de relajación, que te ayudará a bajar esos niveles ansiosos tan frecuentes en los estados de ánimo.
9. Sonreír, sí, el simple hecho de sonreír (como expresión facial) ayuda a encontrarte mejor según los últimos estudios.
10. Centrarse en los pensamientos de las actividades que se realiza. Cómo me estoy secando el pelo, cómo me estoy vistiendo… centrarte en pensar qué estás haciendo y cómo lo estás haciendo, es una forma muy efectiva de sustituir pensamientos negativos, por pensamientos neutros.